Desde principios de 2020, muchos camiones no pueden transitar por Tirol en Austria, aunque cumplan la última norma Euro. Sin embargo, los vehículos que viajan hacia y desde Tirol no se ven afectados por la prohibición. Un trato desigual por el que Italia quiere ahora emprender acciones legales.
La autopista del Brennero, en el Tirol, es uno de los ejes norte-sur más importantes de Europa. Unos 2,5 millones de camiones la utilizaron en 2021, por ejemplo, y la tendencia va en aumento. Esto supone más del doble que las travesías suizas comparables. No en vano, debido a los elevados peajes en Suiza, la autopista del Brennero también se utiliza como autopista alternativa para muchos transportes.
El enorme tráfico de paso en la autopista del Brennero provoca graves atascos. El resultado son altos niveles de contaminación atmosférica y acústica y largos atascos. Por ello, Tirol impuso hace tiempo prohibiciones sectoriales de circulación.
Estas prohibiciones afectan a los camiones de más de 7,5 toneladas matriculados por primera vez antes del 31.8.2018. Esto significa que también están prohibidos muchos vehículos Euro6, que en realidad cumplen la última norma Euro con emisiones correspondientemente bajas. La prohibición sectorial se aplica al transporte de determinadas mercancías, como madera en rollo, piedras y tierra, cartón, azulejos y mármol, pero también al transporte de grano y al de determinados tipos de vehículos, como turismos, motocicletas y furgonetas de hasta 3,5 toneladas. El punto polémico: la prohibición sólo se aplica al tráfico de tránsito, es decir, a los camiones que circulan entre Alemania e Italia. La prohibición no se aplica al tráfico de origen, es decir, los vehículos que viajan hacia y desde Tirol o que se cargan y descargan en Tirol.
Italia considera que esta distinción entre tráfico de tránsito y tráfico de origen constituye una violación de los tratados europeos sobre libre circulación de mercancías y competencia. Ya en marzo de 2021, 13 asociaciones de transporte y logística de toda la UE habían escrito a la UE exigiendo que interviniera urgentemente contra las violaciones de los tratados en Tirol. Sin embargo, la UE sigue dando largas. Por ello, Italia quiere ahora presentar una denuncia ante el TJUE, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. En primer lugar, Italia tiene que presentar una demanda exigiendo que la Comisión Europea se ocupe del problema. A continuación, la UE debe pronunciarse en un plazo de tres meses y dar a los Estados afectados la oportunidad de pronunciarse también. Si la UE no responde en el plazo de tres meses, puede interponerse un recurso ante el TJCE.
Así que desde la introducción de la prohibición sectorial de conducir en 2020, la situación se está endureciendo cada vez más. No se vislumbra una solución. Aumentar el peaje de la autopista del Brennero podría ser un enfoque para reducir el tráfico de desvíos de Suiza y aliviar así la autopista del Brennero. Sin embargo, el nivel de los peajes en los países de la UE está muy regulado y no puede aumentarse sin más. Además, países como Italia afirman que los costes de peaje supondrían una enorme carga para las empresas de transporte y golpearían duramente al sector.
Según el Gobierno tirolés, todos los Estados implicados tendrían que reconocer primero el problema de la congestión del tráfico y los problemas asociados para los ciudadanos y el medio ambiente. Sólo si estados como Alemania e Italia lo hacen e invierten, por ejemplo, en trasladar las mercancías al ferrocarril, podrá aliviarse el Tirol.
No obstante: la desigualdad de trato para el tráfico de tránsito y de origen indica una clara desigualdad de trato de la que Tirol se beneficia masivamente. Queda por ver cómo lo ve la UE.