La primera autopista eléctrica se construirá en 2025. A continuación, los camiones eléctricos -y más tarde los coches eléctricos- podrán alimentarse durante la conducción gracias a la carga dinámica. De este modo, Suecia pretende impulsar el desarrollo de soluciones de movilidad eléctrica y contribuir a la descarbonización del transporte.
En la Unión Europea, Suecia es sin duda uno de los países pioneros en movilidad eléctrica. En 2022 se matricularon en el país más de 150.000 vehículos eléctricos, y desde entonces se han matriculado muchos más. Alrededor de la mitad de todas las matriculaciones de automóviles nuevos son vehículos eléctricos puros o híbridos enchufables. En este contexto, una rápida expansión de la infraestructura eléctrica es más que necesaria, sobre todo si el país quiere centrarse aún más en los vehículos eléctricos. No sólo está prevista la ampliación de los puntos de recarga tradicionales, sino también la promoción de un innovador proyecto piloto: la e-autopista.
En los próximos meses, un tramo de unos 20 kilómetros de la carretera europea E20 se transformará en una vía permanentemente electrificada. La autopista que une Hallsberg y Örebro será la primera de este tipo en el mundo, ya que se está construyendo con el objetivo específico de cargar los vehículos eléctricos durante la conducción. Como parte del proyecto piloto, primero probarán la ruta los camiones, pero pronto también tendrán la oportunidad los coches eléctricos, según las autoridades viarias suecas "Trafikverket". Las obras de construcción de la autopista finalizarán en 2025. Pero aún no está claro qué método de recarga se elegirá para la E20. Se habla de sistemas aéreos, inductivos y conductivos.
El objetivo -explica Trafikverket- es demostrar que "la carga dinámica hace que los vehículos eléctricos sean más eficientes". En la autopista eléctrica, los conductores deberían poder recorrer distancias más largas sin necesidad de baterías más grandes ni largos tiempos de carga. En este proceso, Suecia también trabajará en la infraestructura, que necesita ampliarse, y extenderá la red de recarga con la posibilidad de la carga dinámica. De este modo mejorarán las condiciones para la movilidad eléctrica, en caso de que la autopista supere con éxito las pruebas de ensayo y muestre potencial para seguir desarrollándose. Al mismo tiempo, se fomentará el transporte eléctrico y se acercará al país un paso más a la revolución del transporte.
"Creemos que la electrificación es el camino a seguir para descarbonizar el sector del transporte, y estamos trabajando con varias soluciones", explicó Jan Pettersson, Director de Desarrollo Estratégico de Trafikverket. De aquí a 2045, se desarrollarán otros 3.000 kilómetros de "carreteras eléctricas", con distintos sistemas de recarga para probar el más adecuado. Por eso hay que seguir con interés la evolución en Suecia. Los resultados del proyecto de movilidad eléctrica pueden tener un importante efecto de señalización para el resto de la Unión Europea y demostrar a los demás Estados que las carreteras eléctricas pueden ser una herramienta importante en el diseño ecológico de las infraestructuras de transporte.
Al fin y al cabo, las medidas de reducción de emisiones, como la prohibición de circular con diésel y las zonas ecológicas, no bastan por sí solas para poder reducir las emisiones nocivas en las carreteras a largo plazo. En este sentido, el progreso técnico es indispensable si los políticos quieren alcanzar sus objetivos climáticos también en el sector del transporte. Así ocurre también en países como Suecia, donde desde 1995 están en vigor estrictas zonas medioambientales. Los autobuses de las clases de vehículos M2 y M3, así como los camiones de las clases N2 y N3, con la Euronorma 0-5, están de hecho prohibidos en las zonas medioambientales suecas. Establecer aquí una autopista eléctrica es un paso más hacia la prohibición definitiva de los vehículos de combustión interna, independientemente de la Euronorma.