Grafitis que reducen la contaminación por partículas en ciudades con y sin zonas medioambientales: ¿eso es poco realista? Eso es exactamente lo que hacen los grafitis pintados con colores especiales por el artista callejero Alessandro Breveglieri, porque pueden absorber contaminantes y luego devolverlos al medio ambiente purificados. Una pequeña mejora para una ciudad tan contaminada como Milán, pero que ofrece potencial para proyectos de mayor envergadura.
Entre las ciudades italianas más afectadas por las partículas (PM2,5) y el esmog, Milán es sin duda una de ellas. Según la organización italiana de protección del medio ambiente "Legambiente", la gran ciudad encabeza la lista de las más contaminadas de Italia. Por ejemplo, las concentraciones de PM2,5 aquí son a menudo 1,3 veces superiores al valor guía anual de la OMS, lo que hace que los políticos se pregunten qué medidas de protección del clima podrían introducirse todavía. Con constantes prohibiciones de circulación y zonas ecológicas -así como medidas antiesmog cuando baja la calidad del aire-, la metrópoli lombarda lleva años intentando reducir la contaminación atmosférica.
Ahora, un artista piensa de forma diferente e intenta influir positivamente en el medio ambiente con sus obras. Para su última obra "Cyberpunk Parrot", también conocida por sus especiales propiedades como "devoradora de smog", el artista callejero Alessandro Breveglieri ha recurrido a una técnica innovadora. Utilizando pinturas que supuestamente ayudan a limpiar el aire alrededor del mural, se realizó el grafiti. "Son pinturas de última generación. Absorben los contaminantes, los limpian y los devuelven limpios al medio ambiente" - explica Breveglieri.
Sobre el mural pueden leerse duras palabras, símbolo de una realidad afectada por el cambio climático: "El futuro nos deja sin aliento". Pero "el arte", continúa Breveglieri, "puede devolvernos ese aliento". Aunque el efecto purificador del aire del mural es limitado, la obra de Breveglieri demuestra que incluso los elementos urbanos -que teóricamente no tienen ningún efecto sobre la formación de contaminantes y la calidad del aire en la ciudad- pueden influir positivamente en el clima y el medio ambiente. Por supuesto, la pintura ecológica aplicada no puede resolver por sí sola el problema de la contaminación atmosférica. Sin embargo, su aplicación puede reducir los niveles de contaminación en una zona limitada y, sobre todo, suscitar el debate y la concienciación sobre la crisis climática.
Y quién sabe, quizá en el futuro sea posible utilizar esta pintura purificadora del aire en grandes cantidades y, por ejemplo, pintar todas las fachadas de una manzana entera sólo con ella. Lo que quizá sólo suponga una pequeña diferencia en los niveles generales de contaminación podría convertirse entonces en un gran mensaje para el medio ambiente. Esto permitiría aprovechar mejor el efecto purificador del aire de la pintura especial y daría a los investigadores la oportunidad de estudiar el verdadero potencial medioambiental de la tecnología.