El aplazamiento del endurecimiento de la zona medioambiental del área metropolitana de París, la Zone à Faibles Émissions (ZFE), tiene importantes repercusiones para los 7,2 millones de habitantes y la agenda medioambiental en general.
En un principio, los vehículos con la etiqueta Crit'Air 2 debían prohibirse en 2025, pero la decisión se ha aplazado hasta 2027. Este aplazamiento supondría la prohibición total de los vehículos diésel, ya que los vehículos con la pegatina 2 están propulsados mayoritariamente por motores diésel.
La decisión del Gobierno francés de aplazar la introducción de medidas más estrictas ha suscitado muchas dudas sobre su compromiso con la sostenibilidad medioambiental. La decisión es tanto más importante cuanto que se produce en medio de planes para introducir la prohibición de los vehículos con etiqueta 3 de Crit'Air después de los Juegos Olímpicos de 2024.
Aunque parece que esta decisión da prioridad a los intereses económicos a corto plazo, como el turismo de los próximos Juegos Olímpicos, indica un enfoque más gradual de la aplicación de la política medioambiental.
ZFE Gran París 7,2 millones de habitantes
El área metropolitana de París, una ZFE designada de casi 7,2 millones de habitantes, es una región crítica en la lucha contra la contaminación, cuyos posibles cambios políticos tienen importantes implicaciones para los esfuerzos de sostenibilidad urbana.
La ZFE abarca un área de más de 800 kilómetros cuadrados y se basa en un sistema de restricción del tráfico diseñado para reducir la contaminación procedente de los vehículos. Esta zona, que abarca la capital francesa y 77 municipios circundantes, es actualmente la mayor zona medioambiental de Francia. El sistema se basa en un complejo conjunto de normas, entre ellas la clasificación de los vehículos en función de las normas de emisiones que figuran en las pegatinas y la imposición de restricciones a determinadas categorías de vehículos a determinadas horas.
La introducción de la ZFE en el área metropolitana de París ha reportado importantes beneficios medioambientales. Los estudios demuestran que los niveles de dióxido de nitrógeno y partículas, dos de los contaminantes atmosféricos más nocivos, han disminuido. Las restricciones impuestas a los vehículos más antiguos y contaminantes han contribuido significativamente a esta reducción.
Sin embargo, a pesar de estas mejoras, la contaminación atmosférica en la zona de París sigue superando los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Esta situación subraya la necesidad de redoblar los esfuerzos y aplicar normativas más estrictas para seguir reduciendo la contaminación atmosférica y proteger la salud de los residentes.
Originalmente Crit-Air 2 prohibido a partir de 2025, nuevo a partir de 2027.
Por sorpresa, la prohibición de los vehículos Crit-Air 2, prevista inicialmente para 2025, se ha pospuesto a 2027, dejando a muchos con la duda sobre su compromiso en la lucha contra la contaminación.
La "Vignette 2" forma parte del programa Crit'Air, un tipo de norma sobre emisiones de vehículos que los clasifica en función de sus emisiones contaminantes. Los vehículos "Vignette 2" son los segundos menos contaminantes del sistema, y el retraso de la prohibición suscita dudas sobre la capacidad de la ciudad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire.
La decisión de retrasar la prohibición tiene importantes consecuencias para la calidad del aire y la salud de los habitantes de París. La ampliación del plazo significa que estos vehículos, que contribuyen significativamente a la contaminación atmosférica, seguirán circulando por París durante otros dos años. Aunque esto puede suponer un alivio para los propietarios de vehículos con "pegatina 2", es un revés para quienes hacen campaña a favor de una normativa medioambiental más estricta.
El retraso también sugiere que los recursos de la ciudad pueden estar al límite y que es necesario seguir mejorando la infraestructura de transporte público para reducir el número de vehículos contaminantes.
Prohibición total de circular con diésel
En términos de un futuro más limpio, esta nueva normativa supone la prohibición total de los vehículos diésel, un paso importante para reducir las emisiones nocivas y mejorar la calidad del aire.
Detrás de la decisión está el reconocimiento de que los vehículos diésel, especialmente los modelos más antiguos, contribuyen de forma significativa a la contaminación atmosférica. Los motores diésel emiten altos niveles de óxidos de nitrógeno, contaminantes nocivos que pueden agravar las enfermedades respiratorias y contribuir a la formación de smog. Por ello, esta prohibición se considera una medida importante para reducir el impacto ambiental de las emisiones de los vehículos en las zonas urbanas.
Sin embargo, esta normativa también conlleva algunos retos y dificultades. Requiere que la gran mayoría de los propietarios de vehículos diésel inviertan en modelos más nuevos o cambien a medios de transporte alternativos. Además, es necesario desarrollar y aplicar sistemas de transporte público más completos para hacer frente al posible aumento de la demanda.
El impacto económico de este cambio tampoco es desdeñable, ya que puede afectar a las industrias asociadas a los vehículos diésel. A pesar de estos retos, el paso a una zona sin diésel es un testimonio del compromiso de París con un futuro sostenible.
El Gobierno prohibirá el Crit-Air 3 tras los Juegos Olímpicos de 2024
Tras los Juegos Olímpicos de 2024, el Gobierno tiene previsto introducir la prohibición de circular a los vehículos con pegatina 3 para reducir aún más la contaminación procedente de los automóviles.
Esta iniciativa pretende restringir la circulación de vehículos clasificados con la pegatina 3, que indica un nivel moderado de contaminación. El sistema de pegatinas, denominado Crit'Air en Francia, divide los vehículos en seis categorías, que van desde la pegatina E (vehículos con cero emisiones) hasta la pegatina 5 (vehículos muy contaminantes).
Se espera que la prohibición propuesta de la pegatina 3 sea un paso importante hacia una zona libre de emisiones en 2030, y que París siga los pasos de muchas otras ciudades europeas.
La introducción de la prohibición de la viñeta después de los Juegos Olímpicos de 2024 parece ser un movimiento estratégico del Gobierno para evitar posibles trastornos durante el evento deportivo mundial. Sin embargo, esta decisión ha desencadenado debates sobre la viabilidad de la medida y su impacto en quienes dependen de los vehículos con viñeta 3 para su movilidad diaria.
Estas medidas podrían provocar cambios significativos en el panorama automovilístico de la región y obligar a sustituir o reequipar los vehículos con Vignette 3.
Conclusión
El aplazamiento del endurecimiento de la Zona de Bajas Emisiones en París, previsto inicialmente para 2025 pero aplazado ahora a 2027, indica un cambio significativo en el compromiso de la ciudad con las mejoras medioambientales.
El aplazamiento de la prohibición de vehículos con pegatina 2, que equivale a una prohibición total del diésel, refleja la complejidad de aplicar tales medidas en un área metropolitana de 7,2 millones de habitantes.
Además, el plan del Gobierno de introducir la prohibición de la viñeta 3 después de los Juegos Olímpicos de 2024 pone de manifiesto el cuidadoso equilibrio necesario entre los objetivos medioambientales de la ciudad y sus necesidades sociales y económicas.
Este retraso es un compromiso, aunque temporal, dadas las prioridades contrapuestas.