A partir de 2035, los nuevos vehículos de combustión estarán prohibidos en Europa y sólo se permitirán los nuevos vehículos eléctricos. En muchas ciudades, sin embargo, éstos ya estarán prohibidos en las zonas medioambientales antes de esa fecha. ¿Cómo se cargarán los millones de e-cars en las zonas urbanas confinadas? En Amberes (Bélgica), los coches eléctricos ya pueden cargarse de forma flexible en estaciones de carga móviles. Ahora el servicio podría ampliarse pronto y encontrar espacio en otras grandes ciudades de Europa.
No es tarea fácil implantar prohibiciones de circulación para vehículos de combustión interna en zonas de bajas emisiones y zonas de emisiones cero en los próximos años. Muchas ciudades se enfrentan a un gran problema: la infraestructura de recarga. Precisamente por eso, la empresa de car-sharing Green Mobility, especializada en coches eléctricos, ofrece a sus clientes de Amberes la posibilidad de cargar sus coches eléctricos alquilados no sólo en puntos de recarga fijos. De hecho, en colaboración con la start-up UZE, se ha desarrollado una estación de carga móvil que los clientes pueden utilizar cómodamente para cargar la batería, sin tener que preocuparse de encontrar la estación de carga más cercana.
UZE planea ahora ampliar su servicio de entrega de carga fuera de la ciudad belga - en Bruselas y Copenhague, donde Green Mobility ya está activa, así como en ciudades donde el servicio de car-sharing aún no ha llegado. Berlín y Hamburgo, pero también Düsseldorf y Colonia, serán las primeras ciudades de Alemania donde se pondrán a prueba los puntos de recarga UZE.
El funcionamiento del servicio de recarga no debería cambiar. Como ocurre actualmente en Amberes, la estación móvil llegará a lugares donde no haya ningún punto de recarga. Por regla general, el repostaje para una autonomía de unos 200 km debería requerir un tiempo de carga inferior a 40 minutos. En el futuro, sin embargo, la tecnología de recarga podría mejorar para permitir tiempos de recarga más rápidos.
Por encima de todo, existe la oportunidad de satisfacer las necesidades de recarga del creciente número de coches eléctricos "sin saturar la ciudad de estaciones de recarga". La conclusión es que las estaciones móviles son una "solución de bajo impacto urbano" en comparación con los puntos de recarga fijos. Por muy importante que sea dar cabida a los coches eléctricos en las ciudades grandes y pequeñas, cada vez más ciudadanos quieren que su presencia en el paisaje urbano no sea excesiva.
Al mismo tiempo, el servicio de recarga móvil podría ser la solución a otro dilema. Para que las ciudades estén preparadas para el cambio eléctrico, la introducción asociada de zonas de emisiones cero y las ampliaciones de las zonas medioambientales existentes y, por tanto, el aumento previsto de coches eléctricos, se necesitan amplios programas de apoyo a la movilidad eléctrica, por ejemplo para ampliar la infraestructura necesaria. Sin embargo, estos programas suelen ser caros, requieren mucho tiempo y a menudo dificultan que las ciudades decidan cuántos puntos y dónde construir. Por ejemplo, porque las necesidades de recarga suelen superar la disponibilidad real incluso después de una ampliación.
Por tanto, un servicio de recarga móvil podría ser una solución viable para facilitar a los conductores de coches eléctricos el acceso a la electricidad, apoyar las opciones de transporte sostenible como parte de la transición del transporte e impulsar la implantación de Zonas de Emisiones Cero en toda Europa.