Blog & News
Megacamiones en Europa: ¿maldición o bendición?

Green-Zones News

Ver camiones enormes y potentes en las autopistas europeas podría ser pronto una realidad. El Parlamento Europeo acaba de aprobar una medida que podría permitir la circulación de los llamados "megacamiones" por las carreteras de los países de la UE. Pero, ¿qué significa esto para el clima? ¿Pueden estos gigantes reducir realmente las emisiones del transporte de mercancías?

Actualmente, en Francia un camión puede tener una longitud máxima de 18,75 metros y un peso máximo de 44 toneladas. Si la medida sale adelante, pronto podríamos ver en nuestras carreteras camiones con una longitud de 25,25 metros y un peso de 60 toneladas. Estos megacamiones consumirían alrededor de un 30% más de combustible, pero también podrían transportar más mercancías. Por tanto, las emisiones de CO2 por tonelada transportada serían menores.

Pero las matemáticas no son tan sencillas. Cuanto mayor sea la carga útil, menor será la reducción de la intensidad de CO2. El ahorro de CO2 de un camión de 60 toneladas frente a uno de 44 es de sólo un 5%. Por tanto, la verdadera ventaja de los megacamiones no es para el medio ambiente, sino para la economía. El transporte de mercancías podría abaratarse un 20%, sobre todo por la menor necesidad de conductores y camiones.

Sin embargo, estas ventajas económicas podrían provocar rápidamente los llamados efectos rebote, que anularían los beneficios climáticos. La demanda de medios de transporte podría aumentar debido a los menores costes y el ferrocarril, como alternativa baja en carbono al transporte de mercancías por carretera, podría abandonarse en favor del transporte por carretera.

Sin embargo, el problema de los megacamiones va más allá del clima. Las distancias de frenado más largas y los mayores ángulos muertos ponen en peligro la seguridad. La infraestructura actual no está diseñada para semejantes gigacamiones. Suecia tuvo que invertir más de 500 millones de euros en infraestructuras entre 1988 y 1998 tras la autorización de los megacamiones.

La autorización de camiones de 60 toneladas es ante todo una medida económica y no ecológica. Los beneficios para el clima son mínimos y desproporcionados frente a los peligros potenciales de los efectos rebote y la mayor competitividad de los motores diesel.

La introducción de megacamiones pone de manifiesto la necesidad de un enfoque sistémico para descarbonizar el transporte de mercancías. Es importante garantizar la competitividad de los modos de transporte con bajas emisiones de carbono e impulsar la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles. La pregunta sigue en el aire: ¿Tienen realmente sentido los megacamiones? La respuesta parece ser más bien negativa.