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¿Más zonas de bajas emisiones y mano dura contra los motores de combustión? El Gobierno federal debe actuar tras la sentencia judicial

Green-Zones News

Se ha dado la razón a DUH y BUND: El Gobierno alemán debe tomar medidas inmediatas en los ámbitos del transporte y los edificios para reducir las emisiones de CO2 en ambos sectores. El Gobierno no ha cumplido sus objetivos para 2021 y 22. ¿Existe ahora la amenaza de más zonas medioambientales y nuevas medidas para reducir drásticamente el transporte?

En su última sentencia, el Tribunal Administrativo Superior de Berlín-Brandeburgo ordena al Gobierno alemán que ponga en marcha de inmediato programas para una mayor protección del clima en el transporte y los edificios. Con ello, el Tribunal apunta a los sectores en los que Alemania ha incumplido sus objetivos climáticos en los últimos años. La decisión es consecuencia de la acción judicial emprendida por la Organización Alemana de Ayuda al Medio Ambiente (DUH) y la asociación ecologista BUND. 

Tras incumplir los objetivos climáticos, el gobierno no actuó para lograr un mejor equilibrio el año que viene. En su lugar, planeó modificar la ley para que los distintos sectores ya no tuvieran que alcanzar sus respectivos objetivos climáticos individualmente, sino que sólo fuera decisivo el equilibrio global de los distintos sectores. 

Esta decisión demuestra la enorme ignorancia del Gobierno sobre la relevancia de los objetivos climáticos. En el sector del transporte, en particular, podría lograrse una reducción de las emisiones de CO2 con medidas fáciles de aplicar. En lugar de aceptar la decisión del Alto Tribunal Administrativo y tomar medidas, el Gobierno ha anunciado que recurrirá la sentencia. Se refiere a la modificación de la ley, que invalidaría la sentencia, ya que entonces el incumplimiento de los sectores individuales dejaría de tener importancia. 

Los demandantes, DUH y BUND, acogen con satisfacción la sentencia y piden una actuación inmediata del gobierno federal, por ejemplo en forma de límite de velocidad. Con ello, subrayan la necesidad de medidas concretas y aplicables que puedan tener un impacto directo en los niveles de emisión.

Además del límite de velocidad, una forma de reducir la huella de carbono del sector del transporte sería crear más zonas ecológicas y de emisiones cero. Otra opción sería endurecer las normas en las zonas de bajas emisiones existentes. En comparación con muchos otros países, las normas en Alemania son bastante laxas. Los vehículos diésel con la norma Euro 4 siguen estando permitidos. Estos no solo producen partículas y óxido de nitrógeno, que contribuyen a altos niveles de contaminación atmosférica, sino también gases de efecto invernadero perjudiciales para el clima debido al uso de combustibles fósiles. 

Las zonas de emisiones cero serían un paso hacia un futuro aún más respetuoso con el clima. Otros países europeos también están abriendo camino en este sentido. Suecia tendrá pronto la primera zona de emisiones cero de Europa en el centro de Estocolmo. También en Holanda, a partir de 2025 sólo se permitirán determinadas categorías de vehículos eléctricos en algunas ciudades. Otros países, como el Reino Unido, siguen permitiendo los motores de combustión, pero con una norma Euro mejor que la alemana. 

Una cosa es cierta: la reciente sentencia judicial es una llamada de atención al Gobierno alemán para que haga más por la protección del clima. Aunque el Gobierno vea una salida modificando la ley, no puede eludir la obligación de hacer más por la protección del clima. Los sectores que alcanzaron los objetivos climáticos en los últimos años y, por tanto, pudieron compensar a los sectores del transporte y la construcción, probablemente ya no podrán hacerlo en los próximos años. Los sectores energético e industrial quedaron relegados a un segundo plano, debido sobre todo a la tensa situación política en Europa del Este y a la crisis energética.  Por tanto, está claro que hay que hacer mucho más y que el Gobierno alemán debe asumir sus responsabilidades en lugar de crear soluciones provisionales. El cambio climático no espera.