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Los e-combustibles como alternativa a la electricidad: ¿cuál es la situación actual?

Green-Zones News

En los últimos tiempos, el debate sobre la movilidad sostenible se ha centrado cada vez más en los e-combustibles. Los e-combustibles, combustibles sintéticos obtenidos invirtiendo el proceso de combustión, tienen el potencial de ofrecer una alternativa respetuosa con el clima a los motores eléctricos. Sin embargo, su compatibilidad medioambiental y su balance energético aún deben investigarse más a fondo.

Los e-combustibles podrían ser una solución para los millones de motores de combustión que circulan por nuestras carreteras, sobre todo después de la prevista prohibición de los motores de combustión en la UE a partir de 2035. La idea es tentadora: los e-combustibles podrían seguir utilizando la infraestructura existente de motores de combustión y, al mismo tiempo, ofrecer una opción de conducción climáticamente neutra. Pero, ¿son realmente tan respetuosos con el medio ambiente? 

La huella de carbono de los e-combustibles depende de las materias primas utilizadas. Durante su producción, el CO2 se extrae de la atmósfera y se convierte en combustible sintético, que luego se quema en motores diésel o de gasolina convencionales. Por tanto, aunque el CO2 se extrae en el punto de producción, se libera de nuevo en el punto de combustión. Para que los e-combustibles sean realmente neutros desde el punto de vista climático, todo el proceso de producción, desde la producción hasta el transporte a la gasolinera, debe ser neutro desde el punto de vista climático. 

Pero incluso si los e-combustibles pueden ser teóricamente neutros para el clima, hay críticas. Los activistas del clima argumentan que la producción de e-combustibles desperdicia la electricidad verde existente para producir un combustible relativamente ineficiente. Además, durante su producción y transporte se liberan sustancias contaminantes. 

Además del CO2, los contaminantes que pueden producirse durante la combustión de los e-combustibles incluyen el nitrógeno y el nocivo monóxido de carbono. Un estudio de T&E (Transport & Environment) de 2021 muestra que la combustión de los e-combustibles produce tres veces más monóxido de carbono que la gasolina premium normal E10. 

A pesar del potencial de los e-combustibles para hacer que los motores de combustión sean más respetuosos con el medio ambiente, un estudio del Instituto Ifeu de Heidelberg muestra que los coches eléctricos siguen teniendo ventaja en el balance global. Incluso cuando los motores de combustión se alimentan totalmente con e-combustibles ecológicos, los coches eléctricos son significativamente más respetuosos con el clima. Este balance tiene en cuenta el consumo de energía, recursos y agua, así como las emisiones contaminantes a la atmósfera, el agua y el suelo. 

Aunque los e-combustibles tienen posibilidades reales de ser una alternativa respetuosa con el clima a los combustibles convencionales, aún quedan algunos retos por superar. Está claro que es necesario seguir invirtiendo en investigación y desarrollo para comprender plenamente y minimizar el impacto medioambiental de los e-combustibles. Mientras tanto, los vehículos eléctricos siguen siendo la opción más respetuosa con el medio ambiente para el transporte por carretera.