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Límite de velocidad y domingos sin coches

Green-Zones News

Se necesitaban 50.000 firmas, y se consiguieron 58.000: se presentó una petición al gobierno federal pidiendo un límite de velocidad, domingos sin coches y la prohibición de vuelos nacionales.

El coche sigue siendo el principal medio de transporte en Alemania: el 57% de los desplazamientos se hacen en coche en las zonas urbanas y el 70% en las rurales. Esto debe cambiar si los activistas del clima se salen con la suya. La petición, presentada por un activista de la protección del clima y un experto en movilidad, pretende que los coches emitan al menos menos menos contaminantes. Como se ha alcanzado el quórum necesario, el Gobierno federal debe tramitar ahora la petición. En ella se piden diversas medidas, como un límite de velocidad de 100 km/h en las autopistas, 80 km/h fuera de ellas y 30 km/h dentro de las zonas urbanizadas. También pide la prohibición de los vuelos nacionales, domingos sin coches y el fin de las subvenciones a los híbridos enchufables. Además de estos objetivos, también se pide la ampliación de los carriles bici emergentes y un abono mensual gratuito de tres meses para el transporte local. Sin embargo, el FDP se ha resistido hasta ahora y ve las medidas como política simbólica. En total, todas las medidas ahorrarían 13,4 millones de toneladas de combustible y 30 millones de toneladas de CO2. A modo de recordatorio: el año pasado, Alemania produjo 720 millones de toneladas (China: 10.670 millones de toneladas) de CO2.

Además de la crisis climática, el principal motivo aducido para las exigencias al Gobierno alemán es la guerra de Ucrania. Las medidas reducirían la dependencia energética de Rusia. Además de reducir el CO2, las exigencias también tendrían el efecto positivo de dar a Putin menos dinero para su guerra. Por el momento, la guerra está siendo cofinanciada por Alemania debido a su dependencia energética. En cualquier caso, esto es algo que todos los partidos del Bundestag quieren detener lo antes posible. Sin embargo, vincular las exigencias ecologistas ya conocidas y existentes con la guerra de Ucrania da la impresión de que se está utilizando la difícil situación de los ucranianos para alcanzar más rápidamente objetivos largamente perseguidos. Hay que evitar esta impresión para que las medidas también tengan una amplia aceptación entre la población.