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La aviación se vuelve neutra para el clima

Green-Zones News

En 2050, los aviones también deberán volar sin emisiones. Así lo han acordado 184 países de todo el mundo, con el fin de que la aviación civil sea más respetuosa con el clima, en consonancia con los objetivos climáticos internacionales.

Las zonas de bajas emisiones y las prohibiciones de circulación para los motores de combustión regulan las carreteras, las nuevas normativas sobre combustibles preparan a la navegación para las próximas zonas SECA de bajo contenido en azufre en el Mediterráneo: cada vez se toman más medidas para minimizar el impacto negativo de los vehículos, así como de los barcos y las embarcaciones. Pero, ¿y los aviones? Después de todo, con su producción de unos 380 g de dióxido de carbono por kilómetro, son uno de los medios de transporte más perjudiciales para el clima. Sin embargo, la aviación también está cambiando. En su conferencia de Montreal, los 184 Estados miembros de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) decidieron trabajar juntos para que los vuelos sean neutros desde el punto de vista climático. 

El objetivo es que la aviación civil no emita más CO2 de aquí a 2050. Se trata de un objetivo a largo plazo que sólo puede alcanzarse reorganizando el sector de la aviación en todos sus sectores para reducir las emisiones. Se está investigando el uso de diversas tecnologías más respetuosas con el clima. Sin embargo, el plan de neutralidad de emisiones de la OACI se centra en el desarrollo y uso de parafinas más sostenibles, conocidas como "combustible de aviación sostenible" (SAF). Esto debería permitir alcanzar el objetivo de CO2 cero neto y, al mismo tiempo, contribuir a reducir los gases de efecto invernadero emitidos durante los vuelos internacionales.  

Algunas compañías aéreas ya se habían fijado el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050 y, por ejemplo, habían invertido en aviones eléctricos para el transporte aéreo regional. Sin embargo, el hecho de que ahora se haya alcanzado un acuerdo a escala internacional es un avance alentador, un "paso diplomático muy importante para la sostenibilidad", explica el Secretario General de la OACI, Juan Carlos Salazar. El acuerdo significa que las emisiones de CO2 en el tráfico aéreo nacional están cubiertas por las obligaciones del Acuerdo de París sobre el clima. 

A la luz del nuevo acuerdo, ahora es posible crear un nuevo marco de actuación en el que la OACI y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) -una especie de organización paraguas de las compañías aéreas- dispondrán de los medios para llevar a cabo una transición ecológica en el transporte aéreo. Sin embargo, las compañías afectadas también necesitarán apoyo gubernamental para, entre otras cosas, establecer a tiempo un SAE suficiente.  

Como en muchos otros ámbitos, por ejemplo cuando hay que aplicar con éxito medidas de protección del medio ambiente, es indispensable la ayuda de la política local y nacional.  El apoyo de la IATA y la OACI es, por tanto, un buen y provechoso punto de partida para trabajar por fin en soluciones libres de emisiones para el tráfico aéreo - y por tanto también para limpiar las autopistas del cielo.