El Eifel es un popular destino de excursiones. Además de por sus bellos paisajes, también es muy popular entre los motoristas. Sin embargo, no siempre son bienvenidos por el ruido que hacen. La iniciativa Silent Rider pretende contrarrestar esta situación.
Las motos ruidosas no son necesariamente un problema en las grandes ciudades. Esto se debe a que allí no se puede ir demasiado rápido ni se puede acelerar la moto al máximo sin ser visto ni castigado. Así que son sobre todo las zonas rurales y el campo las que se ven afectadas por el ruido, especialmente en primavera y verano. Silent Rider es una iniciativa de la región de Eifel que se ha propuesto actuar contra el ruido de las motos. Los miembros de la iniciativa son principalmente distritos rurales. Su presidente, el alcalde Schmunkamp de Nideggen, lamenta que el gobierno federal no haga nada para apoyar las preocupaciones de la iniciativa. Sin embargo, la nueva constelación gubernamental de SPD, Verdes y FDP ha aumentado las esperanzas de apoyo activo de la iniciativa. En concreto, se trata de cambios en la ley que ayuden a reducir el ruido en el campo.
Suiza está dando un buen ejemplo. Allí se van a endurecer los controles contra los contaminadores acústicos y se van a aumentar las multas. En el peor de los casos, podrían confiscarse los permisos de conducir y los vehículos. Sin embargo, parece que esto no ocurrirá hasta finales de 2022. En Austria, el distrito de Außerfern/Reutte, en el Tirol, ya ha ido mucho más lejos: allí ya existe una zona de protección contra el ruido. Las motos sólo pueden circular por allí si son más silenciosas que 95 decibelios cuando están paradas.
La iniciativa Silent Rider considera que su mayor éxito es haber agrupado muchas iniciativas diferentes de ámbito nacional y, de este modo, hacer más hincapié en sus reivindicaciones. La más importante de ellas es la introducción de una ley de protección acústica con valores límite bajos y multas severas para las motos que hayan sido manipuladas para hacer más ruido deliberadamente. La sección del Norte del Rin de la ADAC calcula que una de cada diez motos ha sido modificada técnicamente y, por tanto, produce más ruido. A menudo se manipulan los tubos de escape, que suenan más fuerte de lo normal.
La ADAC hace un llamamiento a todos los motoristas para que circulen de forma responsable en las zonas urbanizadas y los pueblos, pero también en las rutas especialmente sensibles al ruido, como los parques nacionales y otras zonas protegidas. Sin embargo, la ADAC cree que cerrar las rutas a los vehículos motorizados de dos ruedas es un planteamiento equivocado. También es importante que Silent Rider haga hincapié en que todas las motos son bienvenidas en todas partes si respetan el nivel de ruido prescrito. Las zonas de protección acústica siguen siendo una solución mejor que la prohibición total del tráfico de motocicletas. Sin embargo, pueden utilizarse como último recurso si las demás medidas no sirven de nada.