Los agricultores alemanes están tomando las barricadas por la pérdida de las subvenciones al gasóleo agrícola y el nuevo impuesto de circulación para los vehículos agrícolas. Hoy lunes quieren paralizar Alemania. Probablemente tampoco sea buena idea pasarse al transporte local, ya que el sindicato GDL también tiene previsto ir a la huelga.
El año político 2024 ha tenido un comienzo tormentoso. Los agricultores, que protestaron en Berlín a finales del año pasado contra las nuevas normas sobre la cancelación de las subvenciones al gasóleo agrícola y la supresión de las exenciones fiscales a los vehículos agrícolas en Berlín, van un paso más allá. Han anunciado que se manifestarán hoy lunes en Berlín y en todas las demás capitales de Estado, paralizando las principales carreteras. Las salidas de las autopistas y las vías de circulación del centro de las ciudades podrían quedar bloqueadas por tractores y otras máquinas durante largos periodos de tiempo.
El lunes podría ser todo un reto para los viajeros, ya que el sindicato de maquinistas, GDL, también ha anunciado nuevas huelgas. Por lo tanto, el cambio al ferrocarril no es una opción en muchos lugares.
Los agricultores también están intentando que transportistas y comerciantes se sumen a la iniciativa. En consecuencia, las cadenas de suministro y el trabajo manual también podrían paralizarse el lunes.
Dependiendo de cómo reaccionen los políticos a las protestas, las perturbaciones del tráfico podrían prolongarse durante el resto del mes o incluso más. A la decisión política de recortar las subvenciones y aplicar el impuesto se sumarán otras muchas normativas relacionadas con el transporte y las emisiones en el nuevo año. Por ejemplo, ya está en vigor el nuevo peaje para camiones, que establece una clasificación según el consumo de CO2. Además, el Gobierno alemán ha cancelado a corto plazo la prima a los coches eléctricos.
Aunque todo esto puede ser una necesidad en el camino hacia una movilidad más ecológica, los agricultores y transportistas afectados están sufriendo las consecuencias de los cambios. No sólo el Estado tiene que ahorrar. Muchos agricultores y empresas de logística están luchando con el precio del gasóleo, la electricidad y las materias primas. En última instancia, el encarecimiento de la producción recaerá sobre los consumidores, es decir, sobre todos nosotros.
Así que si este lunes te encuentras en un atasco porque un tractor te bloquea el paso o estás esperando en la estación un tren que no llega, por favor, comprende a los huelguistas. Ellos también defienden nuestros intereses.