Es difícil de creer: La ciudad de París planea triplicar las tarifas de aparcamiento para los coches pesados. Un ataque dirigido a los conductores de todoterrenos, que en el futuro tendrán que pagar 18 euros por hora cuando aparquen su vehículo en la capital francesa. Una vez más, son los conductores a los que se les pide que paguen, y esta vez son los propietarios de coches grandes los que se ven especialmente afectados.
París planea una drástica discriminación contra los conductores de todoterrenos. En el futuro, los vehículos pesados pagarán por aparcar el triple que los ligeros. El razonamiento: Estos vehículos contribuyen mucho más a la contaminación atmosférica por la abrasión de los neumáticos, los frenos y la calzada, y ocupan mucho más espacio en las carreteras que los vehículos pequeños. Esto afecta a los vehículos de combustión de más de 1,6 toneladas y a los coches eléctricos de más de 2 toneladas. Entonces tendrían que pagar 18 euros por hora.
Otro problema de la normativa prevista es que los parisinos quedarán exentos de las elevadas tarifas de aparcamiento. Esto es especialmente molesto porque demuestra que el gobierno parisino no es lo suficientemente serio como para tomarse en serio el enfado de sus propios ciudadanos. Esta medida sería claramente discriminatoria para los viajeros y visitantes que tienen que venir a la ciudad por negocios o placer. ¿Por qué tienen que correr ellos con los gastos mientras los residentes se libran? ¿Es ésta la nueva forma de hospitalidad en París?
Por supuesto que es importante cuidar el medio ambiente y tomar medidas para mejorar la calidad del aire. Pero esta medida afecta a las personas equivocadas. No son los conductores de todoterrenos los responsables de los problemas medioambientales, sino los políticos que no encuentran soluciones sostenibles para el transporte y la movilidad en el futuro.
La medida se decidirá en referéndum el 4 de febrero de 2024, y es encomiable que la ciudad de París permita a sus ciudadanos votar sobre esta controvertida medida. Esto garantiza un proceso democrático en el que cada residente puede emitir su voto. Por supuesto, si los parisinos no se ven directamente afectados, se puede adivinar cuál será la decisión.
La decisión del referéndum es jurídicamente vinculante. Así que si los parisinos se deciden a favor de la medida, pronto será caro para los coches pesados en París. Sin embargo, la ciudad puede prepararse entonces para recibir quejas por discriminación, ya que algunos de los afectados seguramente no soportarán la injusta medida.
El aumento previsto de las tarifas de aparcamiento para los vehículos pesados en París es otra bofetada en la cara de los conductores de todoterrenos y los viajeros. Es de esperar que los ciudadanos de París rechacen esta medida injusta y voten a favor de una política de movilidad justa y sostenible. Porque no es justo discriminar y penalizar a determinados grupos mientras se perdona a otros. Es hora de que todos trabajemos juntos por un futuro mejor y más sostenible.