Con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2040, Deutsche Bahn está invirtiendo en formas de movilidad más respetuosas con el medio ambiente. ¿El ambicioso plan? Trenes propulsados por hidrógeno que también transporten hidrógeno.
En la actualidad, el 90% del transporte de pasajeros y mercancías en Alemania funciona con electricidad. Sin embargo, es sobre todo el último 10% el que representa un reto para las empresas ferroviarias. Esto se debe a que la conversión a alternativas más ecológicas es cara y tecnológicamente exigente. Aunque todavía existe la posibilidad de una conversión más sencilla -aunque no óptima- al biodiésel para los trenes más antiguos, los modelos de trenes más nuevos representan una oportunidad para que Deutsche Bahn realice un cambio real.
En los próximos 20 años, el grupo de transportes quiere decir adiós a los motores diésel y lograr la neutralidad climática. Con este fin, Deutsche Bahn colabora con Siemens para poner en los raíles alemanes el primer tren con propulsión por pila de combustible. Un tren que acaba de completar su primer recorrido de prueba el pasado viernes - incluyendo el nuevo proceso de repostaje con una estación móvil de llenado de hidrógeno.
El nuevo tren "Mireo Plus H" tiene una autonomía de unos 1.000 kilómetros y puede alcanzar una velocidad máxima de hasta 160 km/h. Y todo ello, según la empresa, sin emitir nada más que vapor de agua tras el trayecto de estreno. Antes de que el tren de hidrógeno empiece a funcionar en 2024 -probablemente al principio sólo en la ruta entre Tubinga, Horb y Pforzheim-, está previsto que se realicen más pruebas a partir del próximo mes de enero. El proyecto cuenta también con una financiación de 13,74 millones de euros del Ministerio Federal de Transportes. Al igual que la empresa ferroviaria, el Gobierno tiene puestas grandes esperanzas en la tecnología del hidrógeno.
Sin embargo, la empresa no quiere detenerse ahí, sino que está llevando a cabo otro proyecto, que pretende confirmar el compromiso de DB con el hidrógeno como forma de propulsión especialmente respetuosa con el clima. Deutsche Bahn anunció recientemente que estará disponible como proveedor de grandes cantidades de hidrógeno para la industria. Con ello se pretende facilitar los procesos de transporte, por ejemplo desde los puertos del norte, adonde llega el hidrógeno importado.
Cuando lleguen los nuevos trenes con propulsión por pila de combustible, transportarán el hidrógeno en los vagones cisterna existentes de la empresa de transporte de mercancías por ferrocarril. De este modo, los trenes ecológicos transportarán combustible ecológico. Para que todo esto funcione, sin embargo, es esencial que Deutsche Bahn y el Gobierno inviertan más en la infraestructura ferroviaria. Además, se necesita más velocidad, ya que cada año sólo se electrifican una media de 65 kilómetros. Con un coste de unos 21.000 millones de euros, la electrificación integral de la red ferroviaria tampoco será barata. Pero sin una red ferroviaria eficiente y fiable, Deutsche Bahn corre el riesgo de que ambos proyectos, y por tanto la movilidad verde, fracasen.