Debido al aumento de los niveles de contaminantes en el aire, la capital india está intensificando las contramedidas para contrarrestar la enorme contaminación por smog. Sin embargo, por el momento no se espera que éstas conduzcan a una mejora a largo plazo de la calidad del aire.
La contaminación atmosférica en la metrópoli india y sus alrededores es una de las más altas del mundo. Y en invierno, cuando los agricultores queman los residuos sobrantes de las cosechas, los niveles de contaminantes son astronómicos. A esto se añaden factores no estacionales, como los tubos de escape de los vehículos, las emisiones industriales y mucho más. ¿Cuál es el resultado? Actualmente, la contaminación por partículas en Nueva Delhi es muchas veces superior al límite establecido como aceptable por la Organización Mundial de la Salud (OMS): en horas punta, 588 por metro cúbico de aire, lo que supone 40 veces más que el valor de la OMS. Por cierto, se trata de un problema que no afecta a todos los ciudadanos por igual y pone de manifiesto las fuertes diferencias sociales que aún caracterizan a la sociedad india. Esto se debe a que los ciudadanos más ricos pueden permitirse, por ejemplo, filtros de aire para mantener los contaminantes fuera de sus hogares.
Sin embargo, la capital india se propone reducir la carga medioambiental causada por el smog, al menos a corto plazo. Ante el empeoramiento de los niveles de partículas, Nueva Delhi ha adoptado una serie de medidas de emergencia en la última semana. Entre ellas, el cierre temporal de las escuelas primarias para proteger a los niños de la niebla tóxica. Así como una petición a todas las empresas para que permitan a sus empleados trabajar desde casa. Según el Ministro de Medio Ambiente de Delhi, Gopal Rai, estas medidas pretenden reducir el riesgo de exposición al aire viciado para los residentes locales y, al mismo tiempo, tener un impacto limitado en la reducción del número de vehículos en las carreteras. También se ha prohibido la circulación de vehículos diésel. Según las autoridades, se trata de una intervención bastante exitosa hasta el momento, ya que la calidad del aire en las estaciones de medición ha mejorado de "masivamente" a "muy mala", permitiendo incluso la reapertura de los colegios el próximo miércoles. Ciertamente no es un resultado ideal, pero no es menos de lo que las autoridades esperaban de las medidas adoptadas. La administración de la ciudad nunca tuvo la intención de que éstas bastaran para impulsar un verdadero cambio positivo en la situación medioambiental general de la India. El objetivo era más bien tomar medidas contra la alarmante contaminación atmosférica en un breve espacio de tiempo.
Sin embargo, Nueva Delhi también está estudiando actualmente la introducción de otros instrumentos de protección del clima. Sobre todo, la ciudad quiere atajar de raíz una de las causas de la contaminación atmosférica, el tráfico rodado motorizado, y reducir las emisiones correspondientes. La introducción de un sistema de medición del tráfico basado en la alternancia de matrículas o el apoyo a servicios asequibles de movilidad eléctrica son algunas de las propuestas sobre la mesa. Sin embargo, aún no está claro cómo abordará la ciudad sus niveles de contaminación atmosférica, perjudiciales para el medio ambiente y la salud: ¿quizá con prohibiciones permanentes de circulación de vehículos diésel o con una zona medioambiental?