Una empresa estadounidense quiere utilizarlo para propulsar camiones y maquinaria pesada. Es la primera vez que se utiliza una solución de propulsión con amoníaco sin emisiones para este fin.
A menudo oímos hablar de las consecuencias negativas del amoníaco resultante de la mezcla de estiércol y purines. Como gas de efecto invernadero indirecto y asesino climático oculto, es uno de los mayores problemas de la agricultura. Pero, ¿y si también tuviera un potencial de utilización positivo? ¿Y si el amoniaco pudiera contribuir a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles?
La empresa emergente Amogy se ha hecho esta pregunta. Según esta empresa neoyorquina, el amoníaco podría ser la clave de un combustible barato y neutro para el clima. Amogy ya ha demostrado que el gas puede alimentar un sistema energético con cero emisiones. Un tractor de la marca líder en ingeniería agrícola John Deere ha tenido ahora la oportunidad de utilizar la solución de propulsión con amoníaco. Nunca antes se había adaptado un sistema de este tipo a una máquina agrícola.
El proceso de generación de la energía necesaria para accionar el motor comienza con la división de las moléculas. Formado por un átomo de nitrógeno y tres átomos de hidrógeno, el amoníaco se divide en los dos componentes gracias a módulos especiales Amogy. A continuación, el hidrógeno alimenta una pila de combustible que suministra horas de electricidad al tractor. La solución de propulsión también muestra sus ventajas frente a los motores eléctricos. Gracias a una densidad energética cinco veces superior a la de una batería de iones de litio, el tractor puede trabajar todo el día y repostar rápidamente en caso necesario. En principio, también sería posible separar el hidrógeno fuera de los módulos de accionamiento. Sin embargo, al ser impredecible y explosivo, el gas puro resultante sería mucho más difícil de manejar.
Seonghoon Woo, CEO de Amogy, está positivamente impresionado por los resultados de la colaboración con John Deere hasta el momento. El uso de combustibles alternativos, especialmente cuando se producen directamente en el punto de uso, es un gran paso adelante. Aunque en el futuro el amoníaco también podría alimentar barcos y camiones de forma neutra para el clima, el mayor interés sigue estando en la agricultura. Es "un combustible sin emisiones viable para todos los vehículos pesados", explica Woo. Sin embargo, es una decisión aún más sostenible utilizar amoníaco como combustible en zonas donde "el producto químico se produce desde hace décadas y está ampliamente disponible".
Aunque la agricultura es un entorno ideal para la producción y el uso de soluciones de amoníaco, también alberga puntos débiles. Desgraciadamente, este sistema no es el que mejor funciona en las pequeñas explotaciones ecológicas. En cambio, en las instalaciones ganaderas a gran escala se pueden producir continuamente grandes cantidades de amoníaco para alimentar varias máquinas agrícolas. Sin embargo, éstas rara vez están orientadas hacia principios éticos y sostenibles. Sólo cuando se enfrentan a condiciones fiscales atractivas, la ganadería industrial puede decidir sumarse a la producción de combustibles a base de amoníaco.
No obstante, el proyecto de Amogy es un gran paso adelante. E independientemente de si se aplicará a otros sectores del transporte, ya muestra algo positivo. La electromovilidad no es la única solución para una movilidad más ecológica. El camino también está abierto a otros tipos alternativos de combustible. Sobre todo si ya están disponibles allí donde se necesitan.