La actual crisis energética y el aumento de los costes de recarga tampoco son buenas noticias para el sector del coche eléctrico. En Bolzano, muchos conductores de coches eléctricos que viven en bloques de pisos tendrán que contar con prohibiciones de recarga.
La crisis energética ha causado una conmoción considerable, ya que el gas y la electricidad son cada vez más escasos y caros. El coste de los productos energéticos está aumentando drásticamente, y con él la preocupación de muchos ciudadanos por sus facturas. Cada vez más, tanto inquilinos como propietarios analizan su consumo y buscan posibles ahorros, lo que a menudo provoca estrés entre los vecinos. En el norte de Italia, la situación se ha agravado. Han surgido conflictos, sobre todo en comunidades de vecinos, bloques de apartamentos en los que, por ejemplo, las conexiones eléctricas de los garajes funcionan a través del contador general de la casa, al igual que la luz de la escalera o del ascensor, y los gastos correspondientes que hay que soportar se reparten entre los hogares.
¿Para qué pueden servir las conexiones eléctricas compartidas? Esta es precisamente la cuestión que se plantea ahora en muchos bloques de pisos. Hasta ahora, las autoridades se han mostrado bastante complacientes. Con la llegada de los vehículos eléctricos e híbridos, muchos se habían acostumbrado a cargar sus coches eléctricos en los enchufes comunes de los garajes. Ahora, sin embargo, esto ya no será posible, al menos en Bolzano, donde una carta administrativa regulará o incluso prohibirá el uso de la "electricidad general" en algunas comunidades de propietarios.
Los conductores de coches eléctricos ya no podrán cargar las baterías de sus vehículos eléctricos de forma que el consumo de kilovatios a final de mes se calcule sobre los costes totales de los residentes de la vivienda general. Según Marco Lombardozzi, presidente de la asociación local de administradores de comunidades de propietarios, se trata de un "reparto injusto de los costes sobre las espaldas de los vecinos, además de un pequeño robo a la comunidad de propietarios". Los administradores no pueden seguir pasándolo por alto. Ante la ola de inflación, es necesario un mayor esfuerzo de ahorro por parte de todos. Y no sólo para sus propias carteras, sino también en lo que respecta a los recursos generales de los bloques de pisos.
Así que si en el futuro quiere cargar su coche eléctrico en el garaje, explica Lombardozzi, tarde o temprano tendrá que conectar el suministro eléctrico a su propio contador. Los puntos de recarga alternativos fuera de los edificios residenciales y como parte de una red de recarga pública serían, por supuesto, la solución ideal. Así, las ciudades y sus compañías energéticas podrían regular el suministro eléctrico y, en el mejor de los casos, garantizarlo por igual para todos los conductores de e-cars.
Sin embargo, en Italia, como en Alemania y muchos otros países, esto sigue siendo una ilusión. A pesar de una serie de proyectos de expansión, la infraestructura de recarga necesaria para el éxito de la electrificación del transporte está todavía lejos de ser adecuada. Para muchos, la recarga en casa y a precios elevados sigue siendo la única opción por el momento.