La introducción prevista de nuevas prohibiciones de circulación para los vehículos diésel con motores Euro 5 y los vehículos de gasolina con motores Euro 2 se ha pospuesto hasta enero de 2027. Miles de vehículos se habrían visto afectados por los planes originales. El aplazamiento se encontró con la oposición de los partidos verdes Ecolo, Groen y Défi, mientras que la mayoría del Parlamento apoyó el aplazamiento.
Los detractores del aplazamiento argumentaron que la contaminación atmosférica seguiría siendo un problema en los barrios densamente poblados y que los hogares con bajos ingresos se verían perjudicados. Los partidarios, por su parte, subrayaron que la aplicación de las nuevas prohibiciones de circulación debía planificarse mejor para tener éxito a largo plazo.
Los críticos acusaron a los responsables de poner en peligro la salud de los ciudadanos y politizar la zona de bajas emisiones. El PTB y Vlaams Belang rechazaron en principio la zona de bajas emisiones y la tacharon de elitista y socialmente injusta.
En última instancia, los principales beneficiarios del aplazamiento de las prohibiciones de circulación son los que se habrían visto afectados por los planes originales, mientras que los efectos a largo plazo sobre el medio ambiente y la salud de los ciudadanos aún no son previsibles. El debate político sobre la política medioambiental en Bruselas sigue siendo controvertido y sigue siendo una cuestión clave para el futuro de la región.