Autobuses a la demanda, peaje de CO2 y prohibición de vehículos de combustión interna en el centro de la ciudad: así es como los Verdes de Berlín conciben la movilidad en el futuro. Pero su socio de coalición es el primero en rechazarlo.
En la reunión de su grupo parlamentario celebrada el pasado sábado, Los Verdes de Berlín aprobaron por unanimidad un concepto de transición en el transporte. La asociación berlinesa del partido apuesta por el llamado peaje de CO2 y los autobuses de guardia, así como por la prohibición de los vehículos de combustión interna en las calles del centro de la ciudad. Sin embargo, el plan de los Verdes no fue recibido con los brazos abiertos por los socios de la coalición.
En concreto, la introducción del llamado peaje de CO2 no contó con el apoyo de otros partidos. Se trataría de un peaje por cada viaje en coche dentro del anillo del S-Bahn. El importe se basaría en la cantidad de emisiones de CO2 que se espera que provoque el vehículo. El objetivo no sólo sería regular indirectamente las emisiones en el centro de la ciudad, sino también distribuir de forma más justa los costes del tráfico rodado y financiar la transición hacia la movilidad. Sin embargo, según el SPD, esto no es más que la tasa de congestión que los Verdes llevan años pidiendo, ahora con un disfraz diferente. Por ello, los socialdemócratas siguen negando la propuesta y mantienen su postura. "La tasa de congestión no forma parte del acuerdo de coalición. No forma parte del acuerdo y sigue sin formar parte del acuerdo. Punto y final", afirma el líder del grupo parlamentario del SPD, Raed Saleh.
Parte de la llamada resolución para dar un giro a la movilidad es también la creación de un sistema de autobuses a la demanda, que se pondrá en marcha en Marzahn-Hellersdorf, Lichtenberg y Treptow-Köpenick en el tercer trimestre de este año. El nuevo servicio se diferenciará del antiguo "BerlKönig", sobre todo por su zona de actuación. A diferencia de este último, que opera principalmente en el centro de la ciudad, el nuevo autobús de guardia, según BVG, se utilizará más en las zonas periféricas de la ciudad, en la zona tarifaria B. Así pues, la zona de servicio se ampliará y los autobuses podrán operar las 24 horas del día en un área de más de 60 kilómetros cuadrados a partir del verano. Como complemento del transporte público local, los nuevos autobuses de guardia estarán más integrados en las tarifas del transporte público local. Hasta 8 pasajeros podrán reservar el servicio a través de una aplicación y siempre necesitarán un billete de transporte público. Habrá diferentes modelos de tarifas según la función utilizada.
En la reunión del grupo parlamentario también se decidió crear una zona de emisiones cero para 2030 a más tardar. Esto significa que los coches con motor de combustión ya no podrán circular por el centro de la ciudad. Al igual que con el peaje de CO2, el SPD cree que la medida propuesta por los Verdes tiene pocas probabilidades de éxito.
Sin embargo, años después de la introducción de las zonas de bajas emisiones y en vista de la introducción gradual de restricciones de velocidad, es esencial tomar nuevas medidas para configurar la movilidad del futuro. Según la senadora de Transportes Bettina Jarasch, no debe tratarse sólo de la electrificación del tráfico, sino mucho más de garantizar que en el futuro haya muchos menos coches en la carretera.