Menos plazas de aparcamiento, zonas de tráfico reducido y zonas de reparto: el Senado quiere reducir el tráfico de automóviles y planea medidas para que la movilidad en Berlín sea más respetuosa con el medio ambiente y la ciudad.
La modificación de la ley de movilidad de la capital debería haberse hecho hace tiempo. Los partidos de la coalición rojiverde-roja han tenido que discutir durante casi un año y medio para encontrar un texto adecuado para la ley. Ahora parece que por fin ha llegado el momento. Hoy, el SPD, los Verdes y el Partido de Izquierda deben decidir sobre la continuación de la Ley de Movilidad. El objetivo principal es aumentar la regulación y reducir el tráfico de automóviles con el fin de crear más espacio para las formas alternativas de movilidad y el tráfico de vehículos comerciales.
"La proporción del transporte privado motorizado en el volumen total de tráfico debe reducirse de forma coherente para utilizar el limitado espacio público de una manera más sostenible y eficaz", afirma el borrador unido de la Ley de Movilidad. En consecuencia, se asignará tanto "menos espacio de aparcamiento para vehículos de motor" como "menos espacio para el tráfico en movimiento". En favor de los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público -pero también por razones de seguridad vial-, éstos se "reducirán gradualmente" y se convertirán cada vez más en carriles bici y carriles bus. Al mismo tiempo, también se eliminarán plazas de aparcamiento en favor de zonas de reparto. Además de una reorganización más ecológica del tráfico en las carreteras, las medidas previstas pretenden sobre todo favorecer el tráfico comercial.
A los repartidores y basureros, por ejemplo, les resulta cada vez más difícil atravesar el denso tráfico de la ciudad y estacionar sus vehículos durante cortos periodos de tiempo. Para ello, se crearán zonas de carga y descarga "en número suficiente y a poca distancia de los comercios a abastecer", según el proyecto. De este modo, el tráfico comercial tendrá una prioridad clara sobre el tráfico de vehículos individuales y podrá fluir de forma eficaz a largo plazo. La ley también prevé otras restricciones para Berlín. Por ejemplo, la "medición de afluencia" regulará el número de coches y también se utilizarán medidas estructurales en forma de bolardos para impedir el tráfico de paso en los barrios. Sin embargo, por el momento no está claro si en este contexto también se estudiará la introducción de zonas medioambientales más estrictas y ampliadas.
"Se trata de un gran paso", declaró Antje Kapek, portavoz de política de transportes del grupo parlamentario de Los Verdes. Mientras que a los partidos del Senado les resultó más fácil ponerse de acuerdo sobre el fomento del transporte comercial, las secciones del texto relativas a la nueva movilidad provocaron conflictos dentro de la coalición, sobre todo entre el SPD y los Verdes. Una formulación que prohíbe la tarificación del tráfico - por ejemplo, mediante la tasa de congestión que pretenden los Verdes - habría puesto fin al debate. La nueva ley de movilidad no dará probablemente sus primeros frutos hasta después de Semana Santa, con un Parlamento recién compuesto.