El Senado sólo quiere carriles bici donde no interfieran. El senador de Transportes de la CDU pide que se paralicen todos los proyectos de ampliación de la capital que puedan interferir con el tráfico de coches. Berlín reacciona con opiniones encontradas.
Cuando la entonces senadora de Transportes Bettina Jarasch (Verdes) propuso la ampliación de los carriles bici en Berlín para fomentar la movilidad en bicicleta, los Verdes esperaban críticas. Sin embargo, con el cambio de gobierno y la llegada de la CDU, a la cabeza del senado de transportes, la situación se agravó rápidamente. La propuesta de los Verdes en favor de la bicicleta se enfrenta ahora a una fuerte oposición. La CDU, que ahora está a cargo de los planes de movilidad de la capital, está de hecho presionando para que el proyecto siga adelante de una manera completamente diferente - y está prácticamente deteniendo la expansión.
Sí a las bicis y a los carriles bici, pero sólo si no interfieren. La construcción y ampliación de los carriles bici no debe suponer la pérdida de ninguna vía o carril bus, y no debe utilizarse más del 10% de las plazas de aparcamiento existentes para los carriles bici. Según la propuesta de la CDU, la congelación de la ampliación también debería aplicarse si los nuevos carriles bici restringieran significativamente el tráfico comercial y de reparto. La senadora de Transportes de la CDU, Manja Schreiner, en cambio, sólo quiere renovar los carriles bici existentes, y subraya enfáticamente que incluso en este caso no debe ampliarse la calzada del carril bici. Porque "las grandes vías de la ciudad deben seguir siendo eficientes para el tráfico de cercanías, de negocios y de reparto", justifica Schreiner su decisión. Además, hay razones financieras, ya que las restricciones presupuestarias obligan actualmente a realizar algunos ajustes en la planificación anual de medidas para ciclistas y peatones, explican las autoridades de transporte.
Los Verdes reaccionan indignados ante el plan del Senado y critican que la decisión de la CDU representa una política de transportes anticuada, cuando en realidad tiene la oportunidad de contribuir positivamente al futuro de Berlín. Pues el fomento de la movilidad en bicicleta no sólo supone un giro ecológico en el tráfico, sino -según el líder del grupo parlamentario del Partido Verde, Werner Graf- también más seguridad vial para todos los usuarios de la vía pública. Las opiniones de los ciudadanos, en cambio, están más divididas. Por un lado, los ciclistas están naturalmente decepcionados por la decisión de los políticos de seguir apoyando una visión de la ciudad que tiende a estar orientada al automóvil, "en lugar de centrarse más en medios de transporte con futuro como la bicicleta". Por otro lado, muchos berlineses comparten la opinión de la CDU de que ampliar el carril bici complicaría aún más la situación del tráfico en Berlín.
¿Habría alternativas que permitieran a la ciudad soportar el tráfico de bicicletas sin obstruir los coches o las plazas de aparcamiento, por ejemplo? Por importante que sea mantener un equilibrio entre todos los usuarios del transporte, también tiene sentido invertir en modos de transporte ecológicos, como la movilidad en bicicleta, y crear en consecuencia más espacio en la ciudad con proyectos de ampliación e iniciativas de financiación para los ciudadanos que pudieran optar por ello. En última instancia, Alemania, como muchos otros países dentro y fuera de Europa, debe reducir significativamente sus emisiones en las carreteras. Reducir el tráfico de automóviles y, al mismo tiempo, crear más espacio para las bicicletas puede no ser una mala idea para la capital alemana en este sentido.