La contaminación atmosférica en la metrópoli tailandesa de Bangkok es alarmante. Según IQAir, empresa especializada en el control internacional de la calidad del aire, los niveles de partículas son actualmente 15 veces superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto convierte a Bangkok en una de las diez ciudades más contaminadas del mundo.
Las causas de la niebla tóxica extrema son múltiples: las emisiones industriales y del tráfico son tan responsables como los incendios agrícolas estacionales en los que los agricultores queman los rastrojos. El problema, que se repite todos los años, se ve agravado por el tiempo seco y una situación meteorológica de inversión sobre la región, que dificulta el intercambio de aire y provoca una densa niebla tóxica.
Las consecuencias de esta intensa contaminación atmosférica son graves y ya se dejan sentir: al menos dos millones de personas necesitaron tratamiento médico en Tailandia debido a la contaminación atmosférica en 2023. Los prolongados periodos de elevada contaminación atmosférica también han provocado el cierre de escuelas y otras perturbaciones en los últimos años.
El gobierno tailandés está siendo presionado para que haga algo ante esta grave situación. El Primer Ministro Srettha Thavisin, que asumió el cargo en agosto del año pasado, prometió incluir en su agenda la lucha contra la contaminación atmosférica. En enero, el gabinete aprobó un proyecto de ley sobre el control de la contaminación atmosférica y un tribunal tailandés ordenó al gobierno que presentara un plan de control de la contaminación atmosférica en un plazo de 90 días.
Además de las medidas legales, también son necesarios cambios estructurales en una ciudad como Bangkok. El transporte público aún no está suficientemente desarrollado y a menudo es inasequible para las rentas bajas. Los altos rascacielos de la ciudad dificultan el intercambio de aire y los gases de escape de coches y motos contribuyen significativamente a la contaminación atmosférica.
La contaminación atmosférica en Bangkok no es sólo un problema de salud, sino también cada vez más una cuestión política. La clase media está cada vez más descontenta y es más ruidosa. Según el primer ministro Thavisin, medidas como la paralización temporal de la construcción y la restricción de vehículos diésel en el centro de la ciudad podrían ser los próximos pasos.
Las partículas y la contaminación atmosférica son actualmente un grave problema en todo el mundo. No sólo en Bangkok los niveles de partículas superan con creces los límites establecidos por la OMS. En China e Italia también se superan con creces. Medidas a corto plazo como las de Italia son útiles, pero no bastarán para mejorar la calidad del aire.