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Alemania: llegan los autobuses de emisiones cero

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Flotas eléctricas y autobuses de hidrógeno: las empresas de transporte urbano prueban y sacan cada vez más vehículos respetuosos con el clima a las carreteras alemanas. Los autobuses urbanos van a experimentar una transformación más sostenible en los próximos años. 

En el camino hacia una red de transporte público respetuosa con el clima, muchos lugares de Alemania están invirtiendo en servicios de movilidad sostenible. En la ciudad de Duisburgo, en Renania del Norte-Westfalia, la Duisburger Verkehrsgesellschaft (DVG) también quiere ofrecer a los ciudadanos un transporte en autobús más respetuoso con el medio ambiente y está probando nuevas formas de propulsión. Con el objetivo de tener en funcionamiento sus propios autobuses neutros en emisiones de CO2 a mediados de la década de 2020, actualmente se está probando un autobús de hidrógeno. El autobús propulsado por hidrógeno desarrollado por el fabricante Solaris circulará inicialmente durante diez días.  

El autobús de pruebas de Solaris se pondrá a prueba tanto en rutas de corta como de larga distancia para observar y probar su comportamiento de conducción y cualquier ajuste necesario en la infraestructura de la ruta. Equipado con una pila de combustible, que alimenta el vehículo directamente o a través de una batería, debería ser posible alcanzar una autonomía de hasta 350 kilómetros. "Sin embargo, aún no es posible predecir si el hidrógeno u otras tecnologías de propulsión se impondrán en el transporte público local", afirma Marc Schwarzer, responsable de autobuses y autocares de DVG. Los precios, en particular, siguen siendo un obstáculo para muchas empresas de transporte urbano. En comparación con un autobús diésel, un autobús de hidrógeno sigue costando entre dos y tres veces más. El precio de un autobús diésel ronda los 250.000 euros. 

Por este motivo, la DVG mantiene la mente abierta y tiene previsto seguir explorando otras opciones. El objetivo de la ciudad es encontrar una solución para el transporte local en autobús sin emisiones, que pueda aplicarse a largo plazo. Por ejemplo, la empresa de transportes ya explota desde este año su primera ruta de autobuses eléctricos, aunque sólo se limita a siete vehículos. La prueba actual con hidrógeno tampoco es una primicia en Duisburgo, ya que este sistema de propulsión se probará en toda la ciudad en 2021.  

En el otro extremo de Alemania, las autoridades también quieren introducir en las carreteras servicios de transporte público más respetuosos con el medio ambiente, en un intento de lograr el mejor efecto posible para la protección del clima. En Sajonia, en concreto, ciudades como Dresde y Leipzig están impulsando actualmente la conversión a motores eléctricos y de hidrógeno. Como preparación para los 185 autobuses eléctricos y de hidrógeno que llegarán en 2037, la ciudad de Leipzig ya ha inaugurado este mes de junio una nueva estación de autobuses con 50 puntos de recarga. En Dresde, por su parte, ya han llegado este mes los primeros autobuses eléctricos de batería.  

Estas alternativas de movilidad más sostenibles se utilizarán cada vez más sobre todo en los centros urbanos, donde los efectos sobre la protección del clima son más notables. No sólo como parte del transporte público local, sino también como parte de los recorridos turísticos por la ciudad. Si las ciudades grandes y pequeñas de Alemania quieren encontrar su lugar en la movilidad ecológica del futuro, no se puede descartar ninguna forma de transporte local. Empezando por un diseño neutro para el clima de las rutas de autobús en el centro de las ciudades, los estados alemanes podrían dar el paso necesario en la transición del transporte, y prepararse para las próximas prohibiciones de los motores de combustión y las ampliaciones de la red de zonas ecológicas alemanas.