En Polonia, los balnearios climáticos pueden cobrar un suplemento a sus clientes por el aire supuestamente bueno. Por desgracia, el aire de los balnearios y estaciones de esquí de Polonia suele ser mucho peor que en otros lugares. En la ciudad balneario de Schirk, en Silesia, ya no se permite cobrar ninguna tasa.
Parece un poco extraño cuando quieres relajarte en un balneario climático, pero corres el riesgo de enfermar por culpa del aire viciado. La cosa se pone fea cuando, además, te piden que pagues por ello. Al menos, la ciudad balneario de Schirk, en Silesia, ya no puede tender la mano. Un turista había demandado y le dieron la razón. La ciudad pierde unos 150.000 euros al año.
Pero también otras estaciones de esquí sufren la mala calidad del aire e incluso la niebla tóxica. La situación es especialmente grave en Bad Rabka, a 50 kilómetros de Cracovia, donde la concentración del cancerígeno benzo(a)pireno supera 900 veces el límite permitido. En Bad Rabka se tratan enfermedades respiratorias. Algunas ciudades miden ahora al menos la emisión de contaminantes, pero muchos aparatos de medición se instalan sabiamente fuera de la ciudad, con lo que los valores medidos se manipulan.
Sin embargo, no son principalmente el tráfico y la industria los causantes del smog. Los principales culpables son los habitantes de las ciudades, la mayoría de los cuales siguen calentando sus casas con estufas de combustión total. Estas estufas también queman muchos residuos domésticos, ya sean plásticos, disolventes, madera tratada, ropa o zapatos. Todavía hay unos 3 millones de estufas de este tipo en toda Polonia. Y esto no cambiará en un futuro próximo, ya que alrededor de 4,6 millones de polacos ya tienen dificultades para encontrar dinero suficiente para la energía, es decir, no pueden pagar sus facturas o viven en habitaciones sin calefacción.
En Polonia, el 70% de la energía procede del carbón y el 10% del gas. Entretanto, el gobierno polaco también ha paralizado la ampliación de todas las centrales eólicas. El comercio de derechos de emisión tampoco está ayudando a reducir las emisiones contaminantes, ya que gran parte de los ingresos del comercio de derechos de emisión se pagan como compensación a las empresas que tienen que comprar grandes cantidades de derechos de emisión porque contaminan demasiado el medio ambiente.
El hecho de que en Polonia no existan zonas medioambientales y no se prevea ninguna no contribuye necesariamente a reducir las emisiones contaminantes en el país. La introducción de prohibiciones de circulación y zonas de bajas emisiones sería una forma sencilla y rápida de reducir la contaminación atmosférica. Aunque sólo se tratara de prohibiciones de circulación temporales que sólo se activaran cuando el aire fuera malo. Esto permitiría a las zonas de recreo y balnearios hacer honor a su nombre a corto plazo y volver a cobrar un impuesto turístico por un aire limpio.