Entrar en las zonas europeas de bajas emisiones sin pegatina y sin matrícula puede salir caro. Aquí tienes un resumen de lo elevadas que son las sanciones y por qué merece la pena entrar en las zonas medioambientales bien informado y con la pegatina correcta.
Con multas de hasta 2.250 euros, las zonas holandesas de bajas emisiones son probablemente las más caras. Aunque -salvo en la zona de bajas emisiones de Maasvlakte, en el puerto de Rotterdam- aquí no se exige registro previo ni pegatina, una infracción, es decir, entrar con un vehículo que no cumple las normas de la zona de bajas emisiones, sale realmente cara.
Sin embargo, en otros países, como Gran Bretaña, Dinamarca, España y Austria, también se imponen multas de hasta unos dos mil euros si no se presenta la matrícula o la pegatina correctas.
En otros países, como Bélgica y Francia, las sanciones son relativamente leves. Aquí, sin embargo, una infracción sigue costando hasta 350 euros, por lo que definitivamente no es una ganga que quieras aceptar en un viaje de vacaciones o cuando visitas a familiares y amigos. En Alemania, las sanciones son las más bajas de Europa. Entrar en un país sin etiqueta verde sólo cuesta 80 euros. Suecia y Finlandia le siguen de cerca con 100 euros.
Si un camión entra en una zona francesa de bajas emisiones sin la pegatina correcta, las autoridades pueden incluso confiscar el vehículo. Ningún transitario querría correr este riesgo, que garantiza el fracaso de la entrega.
Tanto si se trata de sólo 80 euros como de varios miles, merece la pena informarse correctamente antes del viaje o de un viaje de transporte y tener todas las matrículas necesarias almacenadas electrónicamente y las pegatinas en el parabrisas. Como las pegatinas tienen validez indefinida, y muchas matriculaciones también son válidas durante varios años, la compra sólo hay que hacerla una vez para ahorrarse las molestias de las multas y tener un viaje sin preocupaciones. Para ver de un vistazo qué matrículas y pegatinas necesita, y en qué lugares puede que simplemente no se le permita entrar con su vehículo, descargue ahora la aplicación Green-Zones.
Por cierto: en Italia, las sanciones son probablemente las más confusas, al igual que las propias zonas medioambientales. Cada municipio tiene sus propias normas y costes. Con multas que oscilan entre los 180 y los 200 euros de media, aquí puede salirte muy caro si pasas por varias zonas de bajas emisiones en tu viaje y te piden que pagues varias veces.