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¿30 km/h en toda Europa?

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En toda Europa, ya hay grandes ciudades, así como pequeños municipios, que han introducido un límite de velocidad de 30 km/h de forma generalizada. España es pionera, donde se introdujo un límite de velocidad de 30 km/h en Madrid en 2018 y está en vigor en todas las ciudades desde 2021. En Alemania, 70 municipios quieren ahora reducir el límite de velocidad.

Siete ciudades alemanas unieron sus fuerzas el año pasado y pidieron un límite de velocidad de 30 km/h: Aquisgrán, Augsburgo, Friburgo, Hannover, Leipzig, Münster y Ulm. Desgraciadamente, no es posible introducir una zona de este tipo así como así, ya que sólo se permite si la carretera en cuestión no es una vía principal ni una carretera comarcal o estatal. Por lo general, esto sólo ocurre en las carreteras secundarias, donde la gente suele conducir más despacio de todos modos. Sin embargo, la velocidad también puede reducirse si existe un peligro especial, por ejemplo, si hay cerca un colegio, una guardería o una residencia de ancianos. También es posible establecer una zona de 30 km/h en zonas puramente residenciales. También suele incluirse un límite de velocidad en el plan de aire limpio para complementar las zonas medioambientales y evitar las prohibiciones de circular con diésel.

La Asociación Alemana de Ciudades quiere más libertad en la designación de estas zonas. En el futuro, las autoridades locales deberían poder decidir en qué vías se puede introducir un límite de velocidad, independientemente de la situación de riesgo y de otros requisitos. Por este motivo, 70 ciudades ya se han sumado a la iniciativa a favor de un límite de velocidad general de 30 km/h.

¿Qué ventajas puede tener un límite de velocidad de este tipo? En Berlín, donde el límite de velocidad está restringido a cinco vías principales, se ha observado una mejora significativa de la calidad del aire: Los niveles de dióxido de nitrógeno, en particular, han descendido. Como consecuencia, ya se han levantado algunas prohibiciones de circular con diésel. En Hannover, por otro lado, se comprobó que un límite de velocidad de 30 km/h no tiene ningún impacto positivo ni negativo en el número de accidentes de tráfico. Sin embargo, se descubrió que el número de ciclistas y peatones aumentaba en las zonas de velocidad restringida y que también utilizaban más a menudo el transporte público. Esto, a su vez, repercute en la calidad del aire. La limitación de velocidad también puede reducir la contaminación acústica. 

Sin embargo, el Ministerio de Transporte critica un límite de velocidad general de 30 km/h. Esto no haría justicia a los problemas de las carreteras congestionadas. En su lugar, se necesitan sistemas inteligentes y mejores de gestión del tráfico. La contaminación atmosférica podría reducirse mucho más eficazmente que un límite general de velocidad de 30 km/h.

Queda por ver qué sistema se implantará en Alemania.